La alimentación no-vegana crea situaciones de
crueldad terribles en el trato del hombre hacia los animales*. Miles de
millones de animales son explotados hasta límites insospechados y sacrificados
brutalmente en sórdidos recintos, para procurar comida a la humanidad. El
animalismo trata, entre otros asuntos, de que esas situaciones desaparezcan.
Todos los no-veganos somos culpables de tales situaciones. Los animalistas
tratan de no serlo, y para ello luchan por mejorar las condiciones de bienestar
para los animales, incluso de los criados para servir de alimento. Es un
resumen demasiado breve y con demasiados flecos, pero no intento aquí explicar
el concepto del animalismo bienestarista –como los veganistas lo califican - de
sobra conocido. Lo que planteo es si la alimentación vegana es más aceptable
para el bienestar animal, que la no-vegana.
Por lo que he leído y preguntado, el veganismo entiende que es injusto que se mate a cualquier animal por cualquier motivo, e incluso que sean explotados para obtener alimentos (huevos, leche, miel...). Una convocatoria reciente, de una asociación veganista, para una manifestación anti-taurina, aseguraba que «Realizaremos una Concentración pacífica y silenciosa bajo el lema "NI TOROS NI VACAS", para mostrar nuestra repulsa a que sigan siendo asesinados los toros en espectáculos públicos, del mismo modo que denunciamos que sus madres (las vacas) sigan siendo asesinadas en los mataderos. Todos los animales queremos vivir y disfrutar de nuestras vidas en libertad, por lo que es injusto matar a cualquier animal, sin importar la especie a la que pertenezcamos. No importa el dónde (plaza pública, matadero, barco pesquero, laboratorio, etc.) No importa el cómo (con espadas y lanzas, o con cuchillos empuñados por matarifes, o mediante redes o anzuelos, etc.) No importa a quién (a un toro o a su madre, la vaca, o a un pez o ratón).» La convocatoria, desde luego, nos fue remitida a asociaciones animalistas para que participásemos y la difundiésemos. Yo encuentro que el texto de la convocatoria conduce a un silogismo absurdo: utiliza, como es habitual en la jerga veganista, las expresiones "todos los animales" y "sin importar a la especie a la que pertenezcamos" queriendo, evidentemente, resaltar, que también los humanos somos animales y que la palabra animal comprende a seres humanos y no humanos. Por lo tanto, está aseverando, que todos los animales que matan, incluso cuando lo hacen para comer – casi siempre - actúan de forma injusta Esos son los peligros de mantener postulados muy impresionantes de cara a la galería, pero no sustentados en ideas racionales o razonadas.